domingo, 30 de mayo de 2010

Hipercolesterolemia familiar

Los individuos de familias con un fuerte antecedente de ataques cardíacos tempranos deben hacerse exámenes de sangre para determinar los niveles de lípidos. Dichos exámenes de sangre pueden mostrar:


Niveles altos de colesterol total, mayores a 300 mg/dL en adultos, mayores a 250 mg/dL en niños
LDL superior a 200 mg/dL
Nivel alto de triglicéridos

Tratamiento


La dieta apropiada, el ejercicio y ciertos fármacos pueden reducir los lípidos (grasas en la sangre) a niveles más seguros y disminuir el riesgo de cardiopatía y ataques cardíacos. Aquellas personas que heredan sólo una copia del gen defectuoso pueden responder bien a cambios en la dieta combinados con drogas estatinas.

El primer paso es cambiar lo que usted come. Siga una dieta típica modificada durante varios meses antes de que el médico agregue medicamentos. Se le solicitará disminuir la ingesta de grasa a menos del 30% del total de calorías que consume diariamente.

La ingesta de grasa se puede reducir:

Comiendo menos carne de res, cerdo y cordero
Seleccionando productos lácteos bajos en grasa
Evitando los aceites de coco y palma

La ingesta de colesterol se reduce evitando:

Yemas de huevo
Vísceras
Fuentes de grasas saturadas de origen animal

Se pueden recomendar reducciones adicionales del porcentaje de grasas en la dieta. Para mayor información, ver el artículo: cardiopatía y dieta.

El ejercicio, en especial para inducir la pérdida de peso, también puede ayudar a bajar los niveles de colesterol.

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000392.htm

domingo, 23 de mayo de 2010

Suplementos Vitamínicos, ¿son Necesarios?

En la actualidad se habla mucho de los suplementos vitamínicos y de su efectividad en estados carenciales, pero ¿son realmente necesarios para nuestro cuerpo? Hay quienes creen que tras esto se esconde una estrategia de marketing aunque está demostrado que en determinadas etapas de la vida como son la lactancia, la menopausia, el embarazo o el envejecimiento, son beneficiosos para el organismo, ayudando incluso a prevenir enfermedades.


La profesora Carme Vidal, catedrática de nutrición y bromatología de la Universidad de Barcelona, detalla en qué circunstancias son realmente necesarios los suplementos vitamínicos.

Qué son las Vitaminas

Las vitaminas son sustancias que regulan el funcionamiento del organismo. Hay que saber diferenciar entre vitaminas y compuestos que pueden compartir alguna característica con estas, como por ejemplo la antioxidación, pero que no son vitaminas propiamente. Las vitaminas son nutrientes de los que se conocen sus funciones, sus necesidades según la edad, las necesidades fisiológicas, etc. El resto de componentes que no son vitaminas pueden ser buenas para el organismo, pero al no estar dentro de éste grupo no se tiene tan claro cuánto se necesita, como seria el caso del Omega 3.

¿Cuando tomar Suplementos Vitamínicos?

Si comiéramos bien no precisaríamos de completar nuestro aporte vitamínico por medio de suplementos. Pero la pérdida de la costumbre de comer frutas, hortalizas y verduras, que son la fuente principal de vitaminas, hace necesaria esta ayuda externa. Como opción encontramos los suplementos vitamínicos o los productos enriquecidos que suplen la falta de ingesta de estas sustancias que provienen de fuentes naturales como las que hemos comentado. Por otra parte también se dan circunstancias donde existen necesidades añadidas como un embarazo, la menopausia, etc. en que su toma está también justificada.

La Salud es lo Primero

Hoy en día el valor añadido de un alimento es la salud: se pide que no engorde, que ayude a reducir los niveles de colesterol, que no tenga grasas saturadas, que lleve poca sal... Los parámetros han cambiado de un tiempo a esta parte y en ello sí que ha entrado en juego un componente comercial y de marketing. Como la demanda de la población se centra en estos aspectos, el público recibe bien este tipo de productos.

Situación Vitamínica en España

En nuestro país tenemos la ventaja de tener una tradición gastronómica basada en la dieta mediterránea, aunque bien es cierto que cada vez la estamos perdiendo más. A pesar de los efectos de la globalización, productos como el aceite de oliva, la fruta o las hortalizas proporcionan un aporte de vitaminas que nos hace considerar nuestra situación mejor que la de nuestros vecinos europeos. Sin embargo, la adquisición de hábitos de otros países está empezando a dejar huella en nuestra salud, de manera que hay algunas vitaminas que se encuentran en niveles muy justos, como es el caso de la vitamina C. La vitamina C sólo se encuentra en productos vegetales frescos, así que si no los tomamos tampoco adquirimos esa sustancia. También hay colectivos de personas mayores sometidas a algunos medicamentos que producen un mayor gasto de vitaminas, y si no hay suplementación externa el paciente puede correr riesgo. Por otra parte, la persona fumadora tiene más necesidad de vitamina C porque el tabaco es una fuente de sustancias pro-oxidantes, y las propiedades de la vitamina C contrarrestan esta oxidación.

1 Ficheros de sonido (08:23 mins):

Reproducir entrevista con Dña. Carme Vidal, catedrática de nutrición y bromatología de la Universidad de Barcelona. (8:24 minutos)
http://www.vivirmejor.es/es/nutricion/noticia/v/148/actualidad/suplementos-vitaminicos-son-necesarios-04423.html

Se recomiendan tres porciones diarias de frutas

El consumo diario de este alimento ayuda a fortalecer el sistema inmune, a mejorar funciones del organismo y a prevenir la aparición de enfermedades.


Si se quiere prevenir la mayoría de las dolencias cardiovasculares, y reducir el riesgo de contraer ciertos tipos de cáncer, hay que mejorar los hábitos de vida: en otras palabras, ejercitarse, huirle al cigarrillo, controlar el estrés y, muy importante, cambiar la forma de comer.

Mientras el exceso de harinas, azúcares y grasas juega en contra del organismo, los vegetales y las frutas frescas lo nutren, lo protegen e incluso -dicen algunos autores- lo curan.

Un informe del departamento de Dietética y Nutrición de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Madrid (España) sostiene, por ejemplo, que "en los estudios hechos a lo largo del tiempo con diferentes poblaciones, siempre se ha encontrado una alta correlación entre el elevado consumo de frutas y verduras y la baja incidencia de males cardiovasculares".

El problema es que "muchos siguen sin consumirlos en la cantidad que se necesita", dice la experta en nutrición Emma Ribas Feito.

Por su sabor, su presentación, su color, su textura y su disponibilidad en el país, las frutas son, para muchos, una mejor alternativa para empezar a mejorar la forma de alimentarse. Estas son algunas razones que vale la pena tener en cuenta:

Ayuda a eliminar toxinas. Su alto contenido de agua (80 a 90 por ciento) facilita la eliminación de toxinas del organismo y ayuda a mantenerlo bien hidratado.

Mucha fibra. Su fibra ayuda a regular la función del intestino y a evitar o a corregir el estreñimiento. La fibra, además, tiene propiedades que la hacen apta para la prevención y el manejo de algunas enfermedades, como el exceso de colesterol, la diabetes, la obesidad, los cálculos en la vesícula biliar, las hemorroides y las venas varicosas, los divertículos, el cáncer de colon y la úlcera.

Ricas en vitamina C. Son fuente casi exclusiva de este nutriente. Los nutricionistas recomiendan tomar como mínimo tres piezas o porciones de frutas al día, procurando que una de ellas sea rica en vitamina C; en este grupo entran los cítricos, el kiwi, el melón y las fresas.

Contienen antioxidantes. Estos protegen de enfermedades relacionadas con la degeneración del sistema nervioso, males cardiovasculares e incluso algunos tipos de cáncer, como el de pulmón y el gastrointestinal. Estudios con pacientes afectados por cáncer han encontrado, por ejemplo, que uno de cada diez de ellos ha mantenido una pobre ingesta de frutas y verduras.

Fortalecen el sistema inmune. Su gran contenido de vitaminas, minerales, oligoelementos y nutrientes, como los bioflavonoides, ayudan a regular las defensas del cuerpo.

No engordan. Aportan cerca de 50 calorías por 100 gramos, que se derivan principalmente de hidratos de carbono complejos, casi todo en forma de fructosa. Su concentración aumenta cuanto más madura está la fruta. Contienen cantidades mínimas de grasas que son siempre insaturadas y carecen de colesterol, excepto el coco, que tiene una gran cantidad de grasa saturada.

Son fáciles de comer. Tienen la ventaja de que se comen crudas, por lo que se aprovechan todos sus nutrientes. Tienen propiedades desintoxicantes: estimulan la función hepática y renal y ayudan a mejorar la pereza intestinal gracias a su contenido en fibra.

Extractos, buena manera de obtener nutrientes. En su libro 'Jugos que curan', Alan Furmanski, promotor de salud, asegura que la mejor manera de obtener de las frutas y los vegetales las vitaminas, enzimas y minerales que el cuerpo necesita, es a través de extractos: "La fibra es crucial para el funcionamiento del sistema digestivo, pero nunca podríamos consumir la cantidad de vitaminas, minerales y enzimas que el cuerpo requiere, si nos comemos las frutas en su forma natural".

Asegura, además, que al no tener fibra, los extractos (insiste: los hechos con extractor de jugos, no con licuadoras) facilitan la llegada de nutrientes, como los siguientes, directo al torrente sanguíneo:

Vitamina A: está en la alfalfa, los melocotones, el melón, la ahuyama, la espinaca y la zanahoria, entre otros.

Vitamina B12: está presente en muchos vegetales de tierra. También en vegetales marinos, como el dulce kelp.

Calcio: hojas verdes oscuras, tofu, ciruela, alfalfa.

Hierro: vegetales verdes oscuros, granos completos, duraznos, peras, ciruelas, calabaza, uvas pasas, soya.

http://www.opcionesnaturales.com/

http://www.eltiempo.com/vidadehoy/salud/los-beneficios-de-las-frutas_7720857-1

domingo, 2 de mayo de 2010

Sea vegetariano sin que su dieta deje de ser completa, equilibrada y suficiente

"¡Oh, dioses! ¿Puede darse mayor delito que introducir entrañas en las propias entrañas, alimentar con avidez el cuerpo con otros cuerpos y conservar la vida dando muerte a un ser que, como nosotros, vive?", dijo Pitágoras.


Tan identificada llegó a sentirse Ana María, de 33 años, con la frase provegetariana del filósofo griego, que hace ocho meses decidió incorporar a su vida el vegetarianismo. Lo hizo a conciencia. De hecho, consultó el tema con un médico.

"Fui a verlo por unos exámenes generales y le conté que me interesaba el vegetarianismo y que llevaba meses sin comer carne de pollo ni de res, porque quería tener un estilo de vida lo más sano y ecológico posible. Y él respondió con un dudoso: 'Sí, sí... la soya tiene casi todos los aminoácidos que proporciona la carne'. No me dijo nada más", cuenta Ana María.

Siguió con su dieta sin carnes, armada apenas con las recomendaciones básicas de una nutricionista, y que se resumen en un mayor consumo de frutas, verduras, cereales y granos, como garbanzos, fríjoles y lentejas.

Pero la sensación de cansancio y debilidad la llevaron, poco después, a consultar a un tercer médico, que la reprendió por haberse sometido a un régimen de este tipo, sin la debida asesoría profesional.

Cuidado con cómo lo hace

Esto también inquieta a la nutricionista y dietista Adriana Amaya, que considera que problemas de salud como los de Ana María "no se originan por dejar la carne, sino por la forma como se hace".

Existen dos grupos de vegetarianos: los ovolactovegetarianos, que consumen huevo y lácteos, y los vegetarianos puros, que "al no consumir ninguna proteína de origen animal (ni leche, ni huevos, ni lácteos) tienen mayor riesgo de sufrir anemia, especialmente por déficit de vitamina B12", explica la especialista.

No es fácil, valga decirlo, seguir una dieta de este tipo. Prescindir de fuentes importantes de proteínas, vitaminas y minerales les exige a estas personas conocer muchos tipos de alimentos (sobre todo procedentes de la soya) y tener claridad sobre los nutrientes que aporta cada uno; en ese orden de ideas, también deben saber cómo combinarlos para lograr una dieta equilibrada.

La base de un sano vegetarianismo -afirma Amaya- parte de trazar, con un nutricionista dietista, un plan de alimentación que cumpla con las leyes de la alimentación CESA: completa, equilibrada, suficiente y adecuada.

En otras palabras, que incluya todos los nutrientes, que tenga equilibrada proporción o distribución de los nutrientes, que sea suficiente en cantidad para cubrir las necesidades calóricas y de nutrientes y adecuada para cada edad, pues los lactantes, los niños, los adolescentes, los adultos y los adultos mayores tienen necesidades distintas.

Recomienda a los vegetarianos incluir mezclas vegetales, mezclas de cereales y leguminosas, proteína de soya, germinados y nueces.

En cuanto a los niños, los especialistas advierten que estas dietas deben contar con la estricta vigilancia de una nutricionista pediatra.

Si estos pequeños -que están en pleno crecimiento- no reciben el suficiente y adecuado aporte de calorías y nutrientes, pueden sufrir retrasos en su peso y su talla, que incluso afectarían su desarrollo neurológico y, por ende, causar problemas de aprendizaje.

Amaya sostiene que los vegetarianos que comen huevos están en un mejor escenario y corren un riesgo menor de anemia, pues este alimento es una fuente importante de aminoácidos esenciales.

El único alimento que tiene vitamina B12 es la carne, así que es necesario tomar un suplemento que la contenga.

Las mezclas complementarias, como leguminosas con cereales como el arroz, son adecuadas para facilitar la absorción de aminoácidos limitados.

Aunque suena un poco complicado adoptar este estilo de alimentación, agrupaciones como la Sociedad Vegetariana Colombiana aseguran que vale la pena sacar la carne del plato.

Afirman, por ejemplo, que entre las personas que siguen una dieta a base de carne, pescado, huevos y leche, hay una incidencia más alta de enfermedades como arterioesclerosis (que desembocan en males cardiocerebrovasculares), hipertensión, osteoporosis, diabetes e incluso algunos tipos de cáncer.

Los alimentos de la dieta vegetariana

La Sociedad Vegetariana Colombiana recomienda una lista de alimentos de la que pueden echar mano los vegetarianos para suplir sus necesidades nutritivas.

Entre ellos se cuentan las frutas frescas, los vegetales, los cereales, las pastas alimenticias, la papa, las legumbres (habichuelas, garbanzos, lentejas y guisantes, entre otras), el arroz, semillas como las de girasol, el ajonjolí, el germen de trigo (fuente de proteína de origen vegetal), los frutos oleaginosos (maní, almendras, nueces, piñones) el fríjol, las habas, los germinados de legumbres, los frutos secos, la leche de soya y el tofu, entre muchos otros.

Los errores más comunes

La nutricionista Adriana Amaya señala, entre otros errores comunes de los neovegetarianos, los siguientes:

* Aceptar recomendaciones de otros vegetarianos y no tener un plan alimentario mediante el que se calculen sus necesidades y requerimientos nutricionales.

* No buscar personal idóneo que calcule ese plan de alimentación.

* Reemplazar las proteínas por carbohidratos e incorporar más harinas a la dieta para saciar el hambre. Esto tiende a generar sobrepeso en los vegetarianos.

Señales de que algo va mal

* El pelo se cae más de lo debido.

* Palidez, que refleja un déficit de hierro; este componente es importante para el desarrollo neurológico de los niños.

* Anemia, cansancio.

* Descamación de la piel por falta de proteínas y grasa.

* Déficit de vitamina B12, importante para la formación de glóbulos y el mantenimiento del sistema nervioso central.
http://www.eltiempo.com/vidadehoy/salud/vegetarianos-con-una-dieta-completa_7689822-1

sábado, 1 de mayo de 2010

Listado de los principales factores de riesgo cardiovascular

Diabetes
¿Qué es? La diabetes mellitus es una enfermedad que se produce cuando el páncreas no puede fabricar insulina suficiente o cuando ésta no logra actuar en el organismo porque las células no responden a su estímulo. Quienes padecen diabetes tienen más riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular.

¿Qué hacer? Mantener una dieta cardiosaludable, practicar ejercicio físico de forma continuada, perder peso, controlar la glucemia y vigilar los demás factores de riesgo cardiovascular, especialmente la hipertensión, el tabaquismo y el colesterol.

Cardioconsejo. La diabetes se debe controlar. La insulina se debe administrar mediante una inyección subcutánea. Existen diferentes tipos de insulina, que se diferencian fundamentalmente en el tiempo que tardan en hacer efecto y su duración (ultrarrápida, rápida, intermedia y lenta). Acude a tu médico para que te explique cómo hay que controlar los niveles de glucosa y qué hacer cuando el índice obtenido no corresponda a los rangos normales.

Colesterol

¿Qué es? Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200. Cuando las células son incapaces de absorber todo el colesterol que circula por la sangre, el colesterol sobrante se deposita en la pared de la arteria y contribuye a su progresivo estrechamiento originando la arterosclerosis.

¿Qué hacer? Seguir una alimentación equilibrada, rica en ácidos grasos monoinsaturados y poliinsaturados (presentes en el pescado y los aceites de oliva y de semillas) y con alto consumo de vegetales, legumbres, cereales, hortalizas y frutas. Realizar un programa de ejercicio aeróbico a intensidad moderada y desarrollado de forma regular.

Cardioconsejo. La hipercolesterolemia no presenta síntomas ni signos físicos, así que su diagnóstico sólo puede hacerse mediante un análisis de sangre que determine los niveles de colesterol y triglicéridos. Todas las personas deben conocer sus niveles y repetir los controles con cierta periodicidad. Cuanto más precozmente se detecte la alteración, menos problemas se producirán.

Hipertensión arterial

¿Qué es? La hipertensión arterial la elevación de los niveles de presión arterial de forma continua o sostenida. La hipertensión supone una mayor resistencia para el corazón, que responde aumentando su masa muscular para hacer frente a ese sobreesfuerzo. La hipertensión propicia arterioesclerosis, fenómenos de trombosis, insuficiencia coronaria, angina de pecho y arritmias.

¿Qué hacer? No fumar, reducir el consumo de alcohol al mínimo, rebajar el peso, practicar ejercicio y mantener una dieta cardiosaludable pobre en sal. Si ya eres hipertenso, además, es posible que debas seguir un tratamiento farmacológico.

Cardioconsejo. Los niveles normales de presión arterial sistólica (máxima) están entre 110-140 mmHg, y las de diastólica (mínima) entre 70 y 90 mmHg. Cifras más bajas también pueden considerarse normales, siempre que no provoquen ningún síntoma. Como la presión arterial cambia a lo largo del día y de la noche, haz la medición siempre a la misma hora.

Tabaco / Tabaquismo

¿Qué es? El tabaco / tabaquismo es el factor de riesgo cardiovascular más importante, ya que la incidencia de la patología coronaria en los fumadores es tres veces mayor que en el resto de la población. La posibilidad de padecer una enfermedad de corazón es proporcional a la cantidad de cigarrillos fumados al día y al número de años en los que se mantiene este hábito nocivo.

¿Qué hacer? Sólo hay una solución: dejar de fumar. Abandonar el tabaco reduce la tasa de reinfarto y muerte súbita en un 20-50 por ciento. Tres años después de haber dejado el tabaco, el riesgo de infarto de miocardio o accidente cerebrovascular del ex fumador es el mismo que de quien no haya fumado nunca. Es difícil dejar de fumar sin ayuda, así que no vaciles en acudir al médico y pedir asistencia profesional.

Cardioconsejo. Merece la pena dejar de fumar, tanto por uno mismo como por quienes tenemos alrededor y estamos castigando como fumadores pasivos. Los síntomas (inquietud, ansiedad, irritabilidad, trastornos del sueño, falta de concentración, aumento del apetito, deseo imperioso de fumar?), por intensos que parezcan, siempre son pasajeros. Y recuerda: ¡cada hora que pasas sin fumar es un éxito total! Todo ello por no hablar del ahorro económico: un fumador que consume una cajetilla al día gasta 976 euros de media anual. ¿A que se te ocurren muchas cosas que hacer con casi 1.000 euros más en tu bolsillo? Un capricho, un viaje, una cuota mensual de una hipoteca media...

Sedentarismo / Falta de ejercicio

¿Qué es? La falta de ejercicio se considera uno de los mayores factores de riesgo en el desarrollo de la enfermedad cardiaca e incluso se ha establecido una relación directa entre sedentarismo y la mortalidad cardiovascular. Una persona sedentaria con falta de ejercicio tiene más riesgo de sufrir arterioesclerosis, hipertensión y enfermedades respiratorias.

¿Qué hacer? El sedentarismo / la falta de ejercicio es un factor de riesgo modificable, lo que significa que la adopción de un estilo de vida que incluya la práctica de ejercicio físico interviene en la mejora de la salud de la persona sedentaria y reduce su riesgo cardiovascular.

Cardioconsejo. En el caso de los adultos sedentarios que llevan mucho tiempo sin hacer ningún tipo de ejercicio físico es conveniente comenzar progresivamente: tan peligroso es no hacer ninguna actividad física como, en esa situación, lanzarse a un ejercicio exhaustivo y desmedido de forma aislada. El mayor beneficio no está en el deporte de competición, sino en pequeñas iniciativas que nos ayuden a mantenernos activos y sanos: bajarnos del autobús una parada antes, juntarnos con un grupo de amigos para pasear, ir caminando a hacer la compra, etc.

Dieta / Mala alimentación

¿Qué es? El efecto de la dieta sobre el desarrollo de las enfermedades cardiovasculares es de tipo indirecto, ya que una mala alimentación interviene ampliando el daño que provocan otros factores de riesgo, como el colesterol, la tensión arterial, la diabetes y la obesidad.

¿Qué hacer? Incluir en nuestra dieta diaria aceite de oliva, numerosas frutas, verduras y cereales, así como productos libres de grasas animales (aves sin piel, carnes magras). Limitar la mala alimentación como las comidas altas en calorías (bebidas gaseosas, golosinas) y el consumo de productos con grasas hidrogenadas (precocinados, industriales). Moderar la ingesta de sal y controlar el número de bebidas alcohólicas.

Cardioconsejo. La tentación no empieza en la nevera, sino en el mercado. Cuando hacemos la compra debemos renunciar a los alimentos que no son buenos para nuestra salud. El truco consiste en sustituir estos productos que se unen en un hábito de mala alimentación por otros que nos proporcionen la misma satisfacción y además posean un adecuado valor nutricional. Y por supuesto, no abuses de las cantidades y sírvete raciones razonables: hay que comer para vivir, no vivir para comer.

Antecedentes familiares

¿Qué es? Los miembros de familias con antecedentes familiares de ataques cardiacos contemplan un riesgo cardiovascular más alto. El peligro aumenta proporcionalmente según la cantidad de parientes directos que hayan padecido infartos.

¿Qué hacer? El antecedente familiar es un factor de riesgo fácil de identificar. Si nuestros padres han sufrido un infarto debemos ser conscientes de que pertenecemos a un grupo de mayor sensibilidad y, por tanto, hemos de multiplicar las medidas de prevención primaria: no fumar, seguir una dieta equilibrada y práctica de ejercicio regularmente.

Cardioconsejo. En muchas ocasiones, la correspondencia entre los antecedentes
http://www.vivelasalud.com/inicio.asp?servicio=articulos&id=3987