martes, 12 de abril de 2011

La diferencia entre creerse una estrella y ser una de ellas




Jueves 07 de Abril de 2011 - 12:01 AM
La diferencia entre creerse una estrella y ser una de ellas
Las estrellas han dado de qué hablar desde tiempos inmemoriales. Ellas han sido objeto de inspiración de poetas, escritores y cantautores; son astros que brillan y que están allá: en el cielo.

Y debajo de todo ese universo estamos nosotros: los seres de carne y hueso. Ni siquiera los grandes actores, ganadores de los Óscar; ni los más diestros jugadores de fútbol, ni mucho menos los miembros de las grandes realezas, pueden ser calificados de estrellas.

Las luminarias de las que hablamos tampoco se encuentran en la oficina en donde usted trabaja, ni en las aulas de los más prestigiosos centros educativos; tampoco están en los grupos políticos.

De manera desafortunada muchos suelen creerse como ‘estrellas’ y por eso consideran que tienen derecho a ofender, a humillar o a pavonearse entre sus semejantes.

¡Todos somos iguales!

Nadie es más que el otro; así tenga millones de pesos en las cuentas bancarias, apellidos de alcurnia, cuerpos esbeltos o una vestimenta impecable.

De esas estrellas, las que se creen así, no queremos hablar. Hoy nos interesa hacerles una mención especial a esas ‘estrellas’ que todos tenemos dentro de nuestros corazones.

Hecha esta aclaración, es bueno precisar que así no seamos unas estrellas; sí podemos sobresalir y ser verdaderas luces para los demás.
Hay quienes logran brillar “con” y “entre” las personas. Mire a su alrededor y es probable que en su mundo existan seres humanos que se han destacado sin tener ventajas a su favor, con muy poco o ningún dinero y sin ayuda ni recursos para obtener sus logros.

Cuántas mujeres, cabeza de familia, han luchado con dignidad para sacar adelante a sus hijos; cuántos empleados honestos, con un gran sentido de pertenencia, dan lo mejor para hacer crecer a las empresas en donde laboran y para crecer ellos mismos; cuántos hombres tienden sus manos para ayudar a los más necesitados sin hacer el más mínimo aspaviento.
Son personas que están conscientes de sus propios valores y se enfrentan a las posibilidades que les da la vida con decisión y fe; y jamás se dan por vencidas.

Día tras día, millones de personas se resignan a su suerte; se sienten derrotadas con el primer traspié y, al final, dejan que la monotonía los consuma.

Usted no puede ser así: debe entender que puede brillar cada día, utilizando la fuerza de su pensamiento para descubrir una mejor forma de vivir.

Le conviene tener fe y comenzar a actuar para hacer realidad lo que usted ha soñado.

Ellos brillaron
* Un hombre llamado Sanford Cluett encontró una forma de evitar que las telas se encogieran. Ese descubrimiento le trajo más de cinco millones de dólares, nada más por los derechos o regalías como
inventor.
* Henry Ford creyó en el conocimiento que tenía y tomó esta decisión: “Construiré un auto lo suficientemente barato como para que toda persona pueda manejar y poseer el suyo”. Jamás abandonó la idea y la misma le trajo más riquezas que las que ninguna otra persona de su tiempo hubiera recibido.
* Ella vivía en un barrio humilde de Barranquilla. La sola idea de que esta mujer ostentara una corona sobre sus cabezas, era sólo un cuento de hadas. Ella no pensaba lo mismo. Sabía que podría hacer algo por sus familias, sus tierras y sus paisanos. Cuentan que hizo rifas, bingos, bailes populares y hasta vendió empanadas para conseguir dinero y así ir a Cartagena, tras el sueño dorado. Hablamos de Lizeth Mahecha, la llamada ‘reina pobre’, quien en 1989 obtuviera dos coronas: la de Señorita Atlántico y la de Señorita Colombia. Además, Lizeth fue declarada como la tercera mujer más bella del mundo en 1990.

Reflexión
Conozco al líder de un grupo que tiene muchos amigos, no porque habla mucho, sino porque su conversación es generosa con los demás. Es buen oyente, es bueno para hacer preguntas, creativo para hacer que los demás hablen más que él, se interesa por lo que dicen sus subordinados, le encanta que sean los demás los que planteen soluciones y, sobre todo, apoya a su gente.
¿Así es usted en casa con sus hijos o en la oficina con sus compañeros de trabajo?

Publicada por EUCLIDES ARDILA RUEDA

Tomado de vanguardia liberal el 11 de abril de 2011

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Mirar el cielo


En un mundo de cemento, lleno de luces de neón, automóviles, semáforos, gente que viene y va, ya nos estamos olvidando de mirar el cielo.

Inclusive, cuando aparece en el cielo un arco iris nos enteramos por los diarios o televisión cuando este arco iris lo hemos tenido frente a nuestros ojos y ha sido en nuestra propia ciudad.

Mirar el cielo es uno de los espectáculos más maravillosos que existen y puede ser muy divertido si buscas las aves, las formas de la nubes, los encuentros con las montañas y tantas cosas hermosas que ocurren, adicionalmente, que al estar mirando el cielo tu mirado será más elevada y no cabizbaja hacia el suelo que es signo de depresión.

Es parte de la relajación ver el cielo, por lo menos hazlo una vez por semana. Contempla la puesta del sol, luego más tarde podrás mirar a los planetas y estrellas.

Cuando veas una luz que no oscila, que no parpadea, eso es un planeta; si la lucesita oscila o titila será una estrella. Es muy importante que sepas la diferencia cuando veas un planeta o una estrella.


Vuela con tu imaginación y trasládate cercanamente a un planeta, o lejanamente a una estrella. Disfrútalo, la relajación es imperdible. No estamos hablando de extraterrestres u ovnis, pero quizás hasta puedas verlos. La comunidad de observadores de ovnis es muy numerosa.

Además quien mira o apunta al cielo nunca se equivoca, siempre darás en el blanco. Es un contacto con tu propia esencia mucho más allá de la tierra que estás pisando, es tu alma la que se eleva.

De la misma manera, es de mucha utilidad mirar la luna y sus fases, para que sepas por lo menos que debes ser mas prudente al manejar o tratar a las personas cuando hay luna llena y que puedes iniciar nuevas cosas a partir de la luna nueva cuando la luna comienza a ingresar al cuarto creciente. Aprende también de las manchas solares que son importantes para las telecomunicaciones.

No te enteres por internet o un almanaque, míralo por ti mismo. No es lo mismo besar o amar por internet que presencialmente.



Tal vez puedas ver una estrella preferida, o muchas estrellas, cúmulos, galaxias, constelaciones. Puedes cerrar los ojos trasladarte hacia otros mundos que cohabitan con nosotros inspirado en las estrellas.

Mirando el cielo

Saber que estas mirando el pasado de las estrellas, quizás la estrella ya no exista y veas su luz que está viajando aún. Así, cuando tu no existas tu luz también seguirá viajando.

Esa luz, viajará más si entras en contacto con el universo. Mira el cielo y penetra en él. Siente que tus células son planetas y estrellas y galaxias y que todo está en ti.

Ya sea de día que veas el arco iris, la salida o la puesta del sol; o por la noche las infinitas estrellas, debes saber que la misma energía que guía a las estrellas es la misma que a ti te guía.

No existe diferencia entre una estrella y tu, la energía es la misma. El estar mirando el cielo por lo menos una vez por semana despierta esta energía, cuando lo hagas sabrás lo que te estabas perdiendo.

Escoge tu planeta o estrella favorita, acude a su cita, siempre la encontrarás si sabes buscar. Tu hogar realmente no es este planeta, sino todo el universo.

Fotografias de aves

En inglés existe lo que se conoce como bird watching, que es muy popular en el mundo. El mirar y fotografia aves.

De la misma manera como existe al afición por la cacería de aves, lo que a nuestro entender en negativo, existe la fotografía de aves y que no sólo es un excelente hobbie de contacto con la naturaleza si no que existen concursos con premios especiales para las mejores fotografías de aves que llegan a ser portada de importantes revistas internacionales.

Es decir mirar el cielo, no tiene límites, va desde el cielo cercano hasta el infinito. Va desde pintar los mas hermosos paisajes hasta tener tu telescopio, pero el hecho es que no te encasilla a tener la mirada hacia abajo y que te predispone a ser pequeño. Ten siempre una cámara fotográfica a la mano. No sabes que puedes fotografiar y te puede hacer famoso.

Mirando el cielo puedes conseguir la mayor creatividad. Es una de las cosas que se están perdiendo por la altura de los rascacielos que parecieran ser el límite de la mente humana, cuando existe un vasto universo muy por encima de los rascacielos más grandes del mundo.

Iniciáte en este mismo momento, acude a la ventana mas cercana, sal al campo, respira pronfundamente, suspira con las estrellas, que tu eres un ciudadano del cosmos y nadie debe quitarte este lujo nunca. Mientras mas cerca del cielo, mas lejos de lo bajo.

Tomado de vidaok el 12 de abril de 2011

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